domingo, 22 de septiembre de 2013

Capítulo 3 ~ El anuncio [Devian]

[Narra Devian]
Había ido con Michael a la Plaza. Y todo había ido bien hasta el anuncio. Qué gran anuncio. Ojalá y no hubiese pasado nada de esto. Todo era demasiado. La información no entraba en mi mente.
<< Se elegirán un chico y una chica de cada Distrito >>
No puedo pensar en otra cosa que no sea el anuncio que el hombre acaba de decir. Sus pestañas eran increíblemente largas, y tenía unas cejas extrañas. Su piel era demasiado bronceada como para tratarse de un habitante de cualquier Distrito. Parecía demasiado limpia y perfecta. Sin duda había sido una de las creaciones del Capitolio. . .
Mike me cogió de la mano. Me la apretó fuertemente; él sabía que me sentía mal.
El mareo en mi cabeza era inmenso. Sentía que iba a desmayarme en cualquier momento. Tenía que ser muy fuerte para el futuro. Dentro de mí, estaba el presentimiento de que no iba a ser el último castigo del Capitolio.
¿Qué hacer ahora? ¿Espera tranquilamente hasta que la Cosecha sucediese? ¿Esperar a ver cómo los infelices eran enfrentados unos contra otros en la Arena? Yo no sabía manejar muchas armas. Sabía nadar, y lanzar redes. Además de hacer alguna que otra trampa; pero acuática. Nada terrestre. Mi mente calculaba a toda velocidad las probabilidades de salir viva si me tocaba a mí.
Nulas.
Había utilizado varias veces la lanza para pescar peces, y no era muy mala. Pero era mediocre; mis brazos no tenían la fuerza suficiente como para lanzarla a mucha distancia. Ése era Mike.
¿Mi punto más fuerte? Supongo que el pensar rápidamente; Qué bien. Si alguien me lanza un cuchillo, pensaré rápidamente como evadirlo, aunque no lo evada.
Tengo muchas probabilidades de salir viva de ese baño de sangre.
Sí, cuando me deprimo o cuando estoy enfadada recurro al sarcasmo.
Trago saliva. Tengo un nudo en la garganta que me impide hablar.
<<  Dentro de tres días se elegirá a los participantes a través de una urna, la cual contendrá los nombre de todos los habitantes del distrito cuatro. El día de la selección será llamado, "Día de la Cosecha".>>
 Tenemos tres días para prepararnos. Para saber quién irá a ese terrible espectáculo. Muy poco tiempo para ponernos en forma.
La mayoría de nosotros somos muchachos jóvenes y saludables. Pero no tenemos músculos; al menos yo no. ¿Qué hacer entonces? ¿Porqué no podríamos haber seguido aquí vivos, viviendo la vida tranquilamente? ¿No era suficiente alejarnos de la tecnología moderna del Capitolio, como proscritos? ¿No era suficiente trabajar para ellos de por vida?
No, al parecer no, según su opinión.
El presidente, todo por su culpa.
En cuánto el hombre se despidió calmadamente, no pude evitar estallar. Tenía demasiado ira en mí. Y eso que me intenté morder la lengua.
- ¿JUGAR CON NUESTRAS VIDAS ES JUSTO? ¿CON LAS VIDAS DE UNOS INFANTES? - Grité. Todo el mundo se giró hacia mí. El hombre también - ¿¡PRETENDÉIS MATAR A UN NIÑO DE 12 AÑOS, SOLO PARA QUE VOSOTROS... OS ENTRETENGÁIS!?
El hombre se giró. Avanzó lentamente hacia el escenario otra vez.
- ¿¡No es suficiente para vosotros condenarnos a trabajar para vosotros de por vida!? - Pregunté, bajando la voz - ¿Como esclavos?
El hombre me indico que subiera al escenario. Lentamente, lo hice.
- ¿Tu nombre es...?
Murmuré apenas.
- Bien, señorita Miller, ¿Sabe lo que va a pasar a partir de ahora?
Negué con la cabeza.
- Usted está siendo grabada para la televisión del Capitolio. ¿Ha terminado ya el mensaje hacia el Capitolio?
Asentí apenas.
Él me dio un toque en la nariz.
- Buena chica.
A continuación, me dio dos cachetes cariñosos en la mejilla.
Fue más que suficiente.
Mi puño se chocó contra su nariz, y este retrocedió.
Alguien me cogió por detrás, y otra persona,  me dio un golpe en el estómago. Aullé de dolor. Oí mi nombre. Después cómo mi padre se abalanzaba sobre quién me había pegado en el estómago.
Me zafé de la persona, mordiéndole la mano a quién me sujetaba tapándome la boca.
La persona del uniforme blanco golpeó a mi padre en la otra pierna; la sana. El cayó al suelo. Corrí hacia él.
- Bien. Quitando este pequeño percance, ha salido todo muy bien - Dijo el chico de piel bronceada - Bonito espectáculo, pequeña Devian.
Se dieron la vuelta. Ayudé a mi padre a levantarse.
Esto no había hecho más que comenzar.


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