jueves, 22 de agosto de 2013

Capitulo 3 ~ El Anuncio [Daniel]


[Narra Dan]

Despacio voy abriendo los ojos. El gorjeo de los pájaros, el soplo de la brisa, y otros agradables sonidos me despiertan de mi agradable sueño. A mi lado, Katie duerme. Unos suaves mechones escapan de sus trencitas. Atrapo uno de sus mechones y lo enrosco entre mis dedos. Al poco ella también se despierta. Sus grandes ojos me miran con un brillo especial. Y una gran sonrisa surca su rostro.

-Buenos días pequeña- le digo

-Buenos días Dan- me responde sonriente besándome en ambas mejillas

-Vamos, hay que preparar el desayuno

Rápidamente nos ponemos en pie. Entre risas disimuladas hacemos la cama y bajamos las escaleras. Nuestro padre ya debe haberse ido a trabajar puesto que sus platos están sin fregar.


-De verdad. Mira que no fregar los platos- digo con humor

Katie sonríe y se pone a la tarea. Mientras ella saca los ingredientes, yo friego los platos.



Diez minutos después nos sentamos en la mesa; está dispuesta de zumo, galletas, pan  mermelada y dos grandes tazones de leche.
 
Finalmente, mamá y Henry se unen a nosotros.

-Bueno, tengo que irme- se despide Henry- no vemos a la hora de comer

-Hasta luego- dice katie lanzándose a los brazos de mi hermano, quién le da un sonoro beso.

-Vamos katie. Tenemos que ir al cole- le digo en cuanto Henry se marcha

Cuando estamos a punto de salir de casa, se escucha una voz aunque no soy capaz de saber de donde proviene.

- Se reclaman a todos los habitantes de los Distritos en la Plaza Principal de cada lugar. Repito: Se reclaman a todos los habitantes de los Distritos en la Plaza Principal de cada lugar.

Esto confirma mis sospechas. El Capitolio.

Nos miramos desconcertados unos a otros pero seguimos las instrucciones que se nos indican.

En la plaza están congregados todos los habitantes del distrito nueve. Y entre ellos están papá y Henry que rápidamente se unen a nosotros.

-Bienvenidos. Muchas gracias por seguir nuestras órdenes con tanta rapidez- una  mujer sube a un pequeño escenario, que por seguro fue construido hace poco. Recita un par de veces las mismas palabras. Me fijo un poco más en su rostro y me doy cuenta de que su cabello es verde; tiene tatuajes en su cara y en sus brazos, estos son rojos como la sangre y un vestido rosa chillón.- Tenemos un gran anuncio que comunicarles.

Se hace un espeso silencio. Nadie habla. Tan siquiera los pájaros. Agarro con fuerza la mano de Katie.


- Hace años, hubo un gran cambio en nuestro planeta. Fuertes tormentas, largas sequias, catastróficos incendios. Hubo muchos cambios, todos ellos desastrosos. Y la brutal guerra prácticamente acabó con lo poco que quedaba.- escucho las palabras con el rostro lívido y el estomago revuelto- Por suerte, salimos de esa desgracia. Panem, nuestro reluciente capitolio rodeado de trece distritos fué creado y la paz volvió. Pero a pesar de todo nuestro empeño, los habitantes de los trece distrititos se revelaron creando otra guerra y dando paso a los Días Oscuros. El capitolio derrotó a los doce primeros distritos y aniquilaron al decimotercero. El Trato de la Traición nos ha impuesto nuevas leyes y ha llegado el momento de que dar a entender la importancia de la nueva vida. No podemos permitirnos otra guerra y mucho menos que los Días Oscuros vuelvan. Por lo cual, nuestro presidente ha tomado una decisión.
<< El castigo por la rebelión es el siguientes:

  Un chico y una chica entre los doce y los dieciocho años de cada distrito, a los cuales daremos el nombre de tributos, serán entrenados en nuestra base del Capitolio para participar en un juego en el que los veinticuatro tributos serán encerrados en una enorme arena al aire libre en  cualquier parte, donde puede haber cualquier cosa, un desierto, un iceberg, una selva.- tras una pequeña pausa añade- Cualquier cosa es posible. Una vez dentro, los competidores tienen que luchar a muerte durante un periodo de tiempo indeterminado hasta que solo quede una persona.

  Dentro de tres días se elegirá a los participantes a través de una urna, la cual contendrá los nombre de todos los habitantes del distrito nueve. El de la selección también es llamado, el día de la cosecha.

  Espero encontrarles aquí. No quiero que haya ningún problema.

  Pues nada más. Hasta pronto>>

Con estas palabras baja de la plataforma y marcha.

La gente empieza ha murmullar y alejarse pero mis pies se quedan clavados en el suelo. En este mismo momento el alma se me cae a los pies.

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